Acero británico: los rivales europeos se ríen de nosotros por la crisis energética

Los fabricantes repiten el llamado a la acción gubernamental urgente después de pausar la producción en múltiples ocasiones.

Los fabricantes de acero del Reino Unido han hecho un nuevo llamado a la intervención gubernamental urgente en la crisis energética, advirtiendo que son el hazmerreír de Europa después de verse obligados a pausar la producción en múltiples ocasiones recientemente.

Se produce un día después de que el director ejecutivo de Scottish Power, Keith Anderson, dijera que el mercado energético británico enfrentaba una “masacre absoluta” que podría llevar al menos a 20 proveedores a la quiebra el próximo mes a menos que el gobierno revise el límite de precios de la energía.

La organización de fabricantes Make UK dijo que esperaba que el gobierno hubiera intervenido hace 10 días después de recibir garantías del secretario de Negocios, Kwasi Kwarteng.

Si bien la UE ya ha tomado medidas rápidas para desenterrar sus industrias, Make UK teme que las promesas del gobierno de apoyar a la industria británica hayan quedado atrapadas en disputas internas entre Kwarteng y el canciller, Rishi Sunak.

"No hemos visto ninguna solución por parte del gobierno", dijo el director ejecutivo de Make UK, Stephen Phipson.

La industria cerámica, una parte clave del sector de la construcción que implica la producción de ladrillos y tejas, también ha pedido al gobierno que responda rápidamente.

La directora ejecutiva de la Confederación Británica de Cerámica, Laura Cohen, dijo: “El gobierno debe actuar para abordar nuestras preocupaciones sobre la creciente falta de competitividad del Reino Unido en los precios del gas, la electricidad y el carbono a nivel internacional. También deben abordar el riesgo físico de desconexión si el suministro se reduce”.

Los organismos comerciales ahora advierten que no es sólo el aumento de los precios del gas sino también de la electricidad lo que está causando una crisis en la industria manufacturera. Gareth Stace, director de UK Steel, dijo que el coste de la electricidad saltó de una media de 250 libras por megavatio hora a 1.000 libras el viernes pasado, y que picos similares se produjeron de forma errática durante más de un mes.

“Las empresas tienen que tomar decisiones difíciles sobre si pausar la producción durante esas pocas horas que han estado haciendo durante las últimas seis semanas. Estos aumentos de precios han sido sorprendentes. Ahora son la regla y no la excepción y pueden durar dos o tres horas antes de bajar”, ​​añadió.

Stace dijo que pausar la producción era lo último que quería hacer la ya tensa industria del acero, ya que la producción intermitente hace que las plantas sean menos eficientes, aumenta las emisiones y daña los hornos.

Kwarteng hizo una propuesta al Tesoro hace dos semanas, pero Make UK dice que la esperada oferta de préstamos respaldados por el Estado no era la respuesta.

"Kwasi nos apoyó mucho en nuestras reuniones, pero estábamos un poco de mal humor porque muchas empresas no aceptan préstamos porque no es una cuestión de liquidez, sino de competitividad", dijo Phipson, a quien ahora le preocupa que el Tesoro no entender cuán críticos son los aumentos de precios de la energía para la industria.

“Este es un tema candente en este momento. Kwasi hizo todo ese trabajo y no hemos visto los resultados de nada de ello”, añadió.

Stace dijo que los costos de energía en el Reino Unido eran el triple que los de sus rivales en Alemania. “Creemos que ahora estamos perdiendo participación de mercado frente a los productores extranjeros de acero, y particularmente frente a aquellos cercanos a nosotros, porque pueden llevar el acero a nuestros puertos rápidamente, no sólo de la UE, sino también de Turquía.

"Hemos tenido productores de acero que vienen y se ríen constantemente, diciendo: 'Podemos inundar su mercado ahora porque somos mucho más competitivos que nunca'". él dijo.

Phipson dijo que el triple golpe de los aumentos de los precios de la energía, la escasez de mano de obra y la crisis de los contenedores de transporte estaba empezando a afectar a los consumidores.

El costo de los alimentos y bebidas ha aumentado entre un 18 y un 20% a nivel de producción, y el costo de los materiales en la fabricación ha aumentado entre un 30 y un 40%, añadió Phipson.

Un portavoz del gobierno dijo: “Los ministros y funcionarios continúan interactuando de manera constructiva y regular con la industria para comprender y ayudar a mitigar los impactos de los altos precios mundiales del gas. Nuestra prioridad es garantizar que se gestionen los costes y se mantenga el suministro de energía”.